Este 4 de julio hace 26 años se firmó la constitución de 1991.
El pasado 4 de julio de 2017 se cumplieron 26 años de la culminación del arduo trabajo de Asamblea Nacional Constituyente para la creación de la Constitución de 1991. Su propósito era crear un mecanismo para generar inclusión entre los ciudadanos, al mismo tiempo que se perseguía el fortalecimiento del estado, el gobierno y por ende de la sociedad entera.
Así, luego de extensos días de trabajo, reflexión y redacción, se creó la nueva constitución, mediante la cual se pretendía además, modificar el bipartidismo que había dominado la política, evitar excesos y abusos de poder, además de la consagración de los derechos fundamentales, económicos, sociales y colectivos.
Nuestra Constitución con sus aciertos y errores, a lo largo de los años ha sufrido 47 reformas significativas que han cambiado parte de su esencia, como la anulación de la prohibición de extraditar nacionales, en 1997, por Ernesto Samper, la prohibición de la reelección presidencial, modificada por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, en 2005, entre otros.
La especialista Catalina Botero afirmó que “la Constitución de 1991 creó tres figuras fundamentales para la construcción de un Estado social de derecho –la acción de tutela, la carta de derechos y la Corte Constitucional–, y, mientras estos tres pilares continúen funcionando, se mantiene la esencia de esa Carta”
Algunos de los logros que se dieron mediante la creación de la constitución fueron: vigorizar el respeto por las minorías étnicas, la declaración de igualdad de género, la inserción de mecanismos de participación democrática, la creación de la Fiscalía General de la Nación.
Aunque la transformación de la política es un proceso que lleva y nos llevará muchos años, y no ha logrado erradicar la pobreza ni la desigualdad, sería interesante cuestionarse si después del acuerdo de paz que se ha logrado este año, es necesario volver a hacer algunos ajustes a la constitución.