Este robot obrero es capaz de construir una casa en tan solo 2 días.
La tecnología robótica está avanzando a pasos agigantados, según estudios publicados por científicos de Oxford se concluye que el 47% “de los puestos de trabajo están en alto riesgo” de sufrir un posible reemplazo aproximadamente en 20 años (1-3 generaciones), debido a la instalación de los sistemas de inteligencia artificial presentes en nuestro diario vivir, ya sea para realizar las labores que no queremos hacer, o para realizar tareas básicas que ejecutaban los humanos anteriormente.
Mike Adams bloguero y especialista en teorías de conspiración, afirmó que en las próximas tres generaciones (unos 75 años), "veremos cómo los robots humanoides se apoderan de casi todos los papeles de trabajo tradicionales de la sociedad, incluyendo la manufactura, la agricultura, la construcción, los servicios de comida e incluso la policía".
El proyecto llamado ‘Hadrian’ llegó a revolucionar el pensamiento de muchos, generando controversia al concientizar a las personas sobre la creación de dichas máquinas, quienes piensan que podrían sustituir y de igual manera trabajar con más eficiencia que las personas, provocando un incremento en las tasas de desempleo en el mundo.
Hadrian fue ideado por una empresa australiana llamada Fastbrick Robotics, empresa dedicada a crear tecnología especializada en construcción; Hadrian es un robot capaz de poner ladrillos a una velocidad increíble, aproximadamente a un ritmo de 1.000 ladrillos por hora, esta cifra equivale al mismo trabajo que pueden llevar a cabo dos obreros en un día.
“Un trabajo tan monótono como el de colocar ladrillos ya no despierta el interés de los jóvenes”, explicó el desarrollador de Hadrian Mark Pivac. “De hecho, el robot fue construido por la falta de mano de obra que se está sufriendo en Australia”.
En el 2016 fue presentada la segunda versión de este robot, Hadrian 105 era capaz de construir una casa en 2 días sin la necesidad de la intervención de los humanos en el proceso, esta máquina tiene un brazo de 28 metros que le permite realizar la tarea de poner los ladrillos, y a su vez posee un adhesivo que no es cemento para pegarlos, dicho adhesivo es una “mezcla distinta que permite una mejor eficiencia térmica, esta mezcla también es colocada por el robot”.
Sin embargo, muchos piensan que este es el fin de la costumbre “ancestral” de más de 6.000 años de las construcciones a mano, no obstante el robot necesitará mínimo de un operador y por lo menos un albañil para supervisar el proceso. Por lo cual se puede concluir que la llegada de esta tecnología no extinguirá la necesidad del personal obrero en las construcciones.