Mayerly Rodríguez: una apasionada por la vida

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Publicado: Mié, 30/11/2016 - 00:00

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Mayerly Rodríguez: una apasionada por la vida

Su dedicación, entrega, paciencia y amor es lo que la han llevado a innovar en el trabajo, a pintar las paredes de su casa y a remodelar su vida en familia y en pareja, para ver con otros colores el camino que hay por recorrer. 

Nidia Mayerly Rodríguez Moreno, es el nombre completo de Maye, como es conocida por sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, quien hace casi dos años forma parte del equipo de Comunicaciones de la Fundación Compartir como Diseñadora Gráfica, encargada de traducir en imágenes, gráficos o mejor, embellecer cada cosa que hable de la fundación y sus diferentes proyectos. Sin embargo, a eso no se resumen todos los días de esta joven.

A pesar de que su niñez se vio enmarcada por situaciones dificiles, Maye siempre tomó lo bueno de su papá, de sus hermanos, de sus tíos con los que vivió algunos años de su adolescencia, pero sobre todo de su mamá, quien jamás se rindió. “Mi mamá es una guerrera, es una mujer que se ha partido el lomo toda la vida y hace unos ocho años logró su mayor sueño, tener su casa propia. Ella es en serio el modelo a seguir, no importa la situación en la que esté, siempre va a poder llegar a la meta”.

Así es Maye: agradecida, dedicada, abierta, risueña, montadora y amante de los perros, quien está casada hace ocho años con Camilo, un hombre que la enamoró por ser diferente a todo lo que la rodeaba, por mostrarle una nueva manera de hacer las cosas y eso llevó a que tuvieran una larga historia de complicidad y amistad antes de dar el “Sí”. Un “Sí” en el que a través de los años Maye descubrió en él que era su equilibrio y que siempre tiene las palabras perfectas para persuadirla, pero que no querían seguir siendo solo los dos y por eso adoptaron a una mascota, que aunque no fue la mejor experiencia de todas, Maye entre lágrimas contó la historia.    

¿Qué pasó con Balú?

Nos pusimos en la búsqueda de un perro y fuimos a veterinarias, fundaciones y a todos los anuncios que encontramos en internet, y cuando vimos a este perrito, chiquito, de ojos y orejas grandes, tenía apenas un mes de nacido y estaba con dos hermanitos en una caja de icopor. Cami se enamoró de él de inmediato, y aunque seguimos mirando otros, él solo quería ese, así que nos devolvimos y nos lo llevamos para la casa. Como estaba tan indefenso, nos turnábamos para tenerlo en la oficina y darle leche en tetero y así pasaron cuatro meses.

Un día se comió una tusa de mazorca y eso le provocó úlceras en el estómago y se curó, pero lo siguiente fue una bacteria y cada vez estaba más enfermo, decaído y no volvió a casa. Una mañana el veterinario me llamó por error y decía que Balú se había muerto, que cómo me iba a decir y yo escuchando, empecé a llorar y enseguida llamé a Cami. Cuando vi a Cami, la sensación mía con él, no puedo decir cómo fue, pero yo sentí como si se me hubiera muerto un bebé, le dije: “Man nos quedamos solos” y lo abracé y lloramos mucho y me dijo: “No, no te preocupes que todo va a cambiar”.

Pero se dieron otra oportunidad y llegó Luna Morita…

Si, hace un año y tres meses adoptamos a Luna de tres meses. Ella también tuvo una historia traumática porque la iban a botar al río con sus hermanitas y una muchacha que estaba de vacaciones en Girardot se enteró y se les trajo para Bogotá y las pusieron en adopción. Así que cuando la fuimos a conocer nos daba besos y hubo feeling, y desde ese momento la cuidamos como si fuera nuestra hija. Ella es súper activa, salimos a caminar, nos la llevamos a donde podamos y hace parte de nuestra familia, tanto así que cuando alguien llama preguntan más por ella que por Cami y por mí.  

¿Crees que las cosas cambien cuando tengan un bebé?

La idea es tratar de mediar las cosas y no tener que hacerla a un lado, no me gustaría que llegue el bebé y ella se tenga que ir. Todo es un proceso y hemos leído mucho del tema y dice que cuando se tenga el cuarto del bebé uno tiene que dejarla entrar para que empiece a analizar que va a llegar otra persona y tener un muñeco para mostrárselo y que cuando llegue el bebé de verdad, ella entienda.

¿De qué te sientes orgullosa de tu trabajo en la Fundación Compartir?

Haber sacado la página de Palabra Maestra en tres meses y también del sitio de Festilana, me muestra que puede evolucionar gráficamente porque es distinto a lo que he venido haciendo. Pero no he sido yo sola, somos un equipo que trabaja muy bien y que nos entendemos cuando hay más cosas por hacer, lo cual ayuda muchísimo. 

¿Qué te gusta hacer para relajarte?

Me encanta ir a cine con Cami, vamos al menos una vez a la semana y si fallamos, la siguiente vamos doble; pasamos mucho tiempo en familia, con la de Cami o con mis papás o a donde mi hermana, somos bastante unidos; y jugamos todo el tiempo con Luna y nos arrunchamos los tres en la cama.  

¿Cómo te ves en un tiempo?

Me encantaría mostrarle a mis hijos lo que es el mundo, viajar por Europa con ellos y que descubran lo que les gusta, lo que quieren hacer, que las cosas no son cuadriculadas y que solo tienes que trabajar. Y con Cami, me imagino una vida muy tranquila, como si estuviéramos de luna de miel todo el tiempo.