Construir paz, cambiar la cara de la región antioqueña y mejorar la calidad de vida de sus habitantes, a través de iniciativas enfocadas en la reconstrucción del tejido social, es el objetivo de esta estrategia.
Las entidades Corpurabá, Cordupaz y la ONG E3-Economía, Ecología y Ética formularon el plan Clima y Paz 2040, que busca frenar los efectos del cambio climático, pero al mismo tiempo, está enfocado en mejorar la calidad de vida de los habitantes de Urabá, impulsando distintas iniciativas de ahorro de agua, incentivo de la bicicleta, adaptación de barrios costeros, el cacao compatible con el clima, turismo y alternativas para la producción pesquera, enfocadas en la reconstrucción del tejido social y cultural, educación y comunicación y ordenamiento territorial.
Arbey Molina, subdirector de Planeación y Ordenamiento Territorial de Corpurabá, explica que para atender los principales desafíos que trae consigo el cambio climático (el riesgo de que el nivel del mar aumente 30 centímetros para 2030 o que para 2100 la temperatura suba 3°C y las precipitaciones tengan una variación aproximada del 10%), es necesario el apoyo no solo de las autoridades sino de toda la sociedad.
La complicada historia de la zona costera de Antioquia fue lo que impulsó a que dichas organizaciones buscaran alternativas desde seis ejes estratégicos básicos para el desarrollo: agricultura, ganadería y seguridad alimentaria, ecosistemas y biodiversidad, gestión del agua, infraestructura compatible con el clima, entornos resilientes y nuevas economías incluyentes para rescatar el medio ambiente y construir una comunidad de paz, ya que a finales de los noventa esta zona se convirtió en un escenario de confrontación entre distintos grupos armados ilegales, paramilitares y guerrilleros.