Esta empresa latina nació con la necesidad de encontrar un producto que se pudiera llevar a países en vía de desarrollo y mejorar la calidad de vida de las personas.
Luego de que Alexandra Berrio, una joven de Estados Unidos pero de padres del Quindío, conociera proyectos e historias innovadoras acerca de la fabricación de productos a bajo costo, se llenó de ganas y actitud positiva para empezar a trabajar en una idea que tenía en su cabeza desde hace tiempo, la cual estaba basada en poder llevar dispositivos de asistencia médica con costo bajo a países en vía de desarrollo y mejorar la calidad de vida de personas con alguna discapacidad.
Este proyecto se denominó Assistive Labs, liderado por Alexandra, profesional en Ciencia Política de la Universidad de la Florida y con una maestría en Educación, Género y Desarrollo que estudió en Londres; pero que pudo desarrollar gracias al trabajo multidisciplinario con Tomás Vega, un estudiante peruano de Ciencia Cognitiva y Computación de la Universidad de Berkeley; y la colombiana Stephanie Valencia, del Centro de Ingeniería Biomédica y Aprendizaje de la Universidad de Yale.
Los tres jóvenes latinos unieron sus esfuerzos y se articularon para fabricar inventos enmarcados en el movimiento ‘maker’ o cultura de los ‘creadores’, lo que significa, ser artesanos tecnológicos o utilizar la tecnología como base para hacer proyectos sencillos con códigos abiertos para que cualquier persona los pueda fabricar si tiene a la mano una impresora 3D.
Casi un año y medio después de trabajo, la empresa cuenta con siete dispositivos médicos que no cuestan más de $300 dólares cada uno y que a pesar de que aún no se han comercializado, el primero de ellos se estrenará en octubre en unos colegios ruandeses, donde niños con problemas de comunicación usarán una tableta solar ya que las que ofrecía el mercado se dañaban fácilmente y necesitan baterías o tomas eléctricas, en un país donde el 70% de las escuelas no tienen electricidad.
Otros de los inventos que tienen son Haptic Braille, una especie de reloj útil para que las personas ciegas puedan por medio de las vibraciones leer un libro de una forma diferente a como tradicionalmente se ha entendido el braille; y también está Biokneek, una plantilla que se inserta en las prótesis y ayuda a distribuir adecuadamente el peso con el fin de prevenir atrofias musculares, problemas de espalda y dolores de cadera.