Alrededor de 2,6 billones de botellas de plástico se acumulan al año en el mundo y algunos de sus habitantes están buscando alternativas para utilizarlas y cuidar el medio ambiente.
En el 2014, Robert Bezeau, un canadiense radicado en la provincia de Bocas del Toro, Panamá, empezó a recoger botellas de plástico sin saber qué hacer con ellas, pero lo que si sabía era que 7.300 millones de personas que habitamos el mundo desechamos una botella al día, lo que lleva a que se acumulen 2,6 billones de botellas al año, una cifra aterradora para el futuro del planeta si pensamos en la cantidad de años que tarda en descomponerse el PET (polyethylene terephtalate), el polímero con el que están fabricadas estas botellas.
Por esta razón, Bezeau inició un proyecto de reciclaje a principios de agosto del 2015 denominado ‘Plastic Bottle Village’, en español, Villa de Botellas Plásticas, para construir en Isla Colón, al noreste de Panamá, un pueblo con botellas de plástico rellenas de arena, con un depósito para almacenar aguas residuales, canaletas de recolección de agua, tuberías, sistema de electricidad, ventanas, puertas y una acera exterior.
Esta iniciativa es la primera de su tipo con más de 33 hectáreas de selva, lo que significa que tiene alrededor de 336.000 m2 que se extienden a la orilla del mar donde se construirá un complejo de tres etapas compuesto por 120 casas, una escuela, una tienda, un albergue ecológico, parques, espacios para hacer yoga, senderos para caminar y otras zonas de esparcimiento.
Entre las especificaciones de los tres tipos de viviendas que diseñaron el equipo de Plastic Bottle Village y empresas de arquitectura de Panamá, es que serán de dos habitaciones y otras de dos pisos con una estructura metálica cubierta con cemento por ambos lados tapando las botellas, lo cual da como resultado una casa ecológica y fresca, ya que las botellas funcionan como un aislante térmico; resistentes a los sismos, debido a la flexibilidad de materiales como paneles de barras de acero, hormigón y que son soldadas en forma de jaula; y en caso de incendios e inundaciones cuentan con mecanismos de reacción para salvar muchas vidas.