Los habitantes de Fuggerei por casi 500 años han servido a la comunidad y profesado la religión católica.
Aproximadamente 150 personas viven en Fuggerei, el complejo de vivienda social más antiguo del mundo, que funciona como un enclave al interior de la ciudad de Augsburgo, al sur de Alemania. Allí sus habitantes pueden vivir por un alquiler básico anual de 88 centavos de euro (alrededor de unos 3.000 pesos al cambio), pero además, deben cumplir los siguientes requisitos:
- Ser católicos de bajos recursos.
- Hacer tres oraciones al día.
- Prestar servicios como vigilante nocturno, sacristán o jardinero.
- Llegar antes de las 10 p.m., ya que después de dicha hora, deben pagar 50 centavos de euro para ser admitidos, o un euro, si es después de la medianoche.
La comunidad Fugger.de fue creada en 1521 por Jakob Fugger, conocido como ‘el rico’, un comerciante y banquero que pasó a la historia como el financiero más exitoso de su época; luego de haber financiado al rey Carlos I de España, que luego se convertiría en Carlos V el Sacro Imperio Romano Germánico. Por ello, Fugger fue uno de los grandes receptores del oro y riquezas de las colonias americanas.
Este proyecto filantrópico nació pensando en los más necesitados de la ciudad, siendo en total 67 edificios y 142 residencias en un área de 15.000 metros cuadrados. Cada vivienda tiene dos pisos con un diseño amplio y funcional, en el que sus 60 metros cuadrados albergan dos habitaciones, una cocina, un baño y un jardín.
Además, el complejo cuenta con un templo, un museo, una vivienda de exposición y un búnker que fue construido durante la Segunda Guerra Mundial. Una de las fuentes de financiación y que permite que Fuggerei continúe funcionando con las condiciones que nació, es el turismo. Por ello, se creó una tienda, un ‘jardín de la cerveza’ y se marcó con una placa la casa en la que vivió entre 1681 y 1694 el albañil Franz Mozart, bisabuelo del célebre músico Wolfgang Amadeus Mozart.