Las condiciones en 2018 permiten prever una mejor dinámica en el sector por cuenta de una tendencia más favorable de la inflación, las tasas de referencia y el crédito hipotecario.
En el marco de la Asamblea de Afiliados de Camacol Risaralda, la presidente Ejecutiva de Camacol, Sandra Forero Ramírez, se refirió a la política de vivienda como una oportunidad para impulsar más la actividad edificadora en la región, presentó el balance del sector en 2017 y las proyecciones para 2018, y también describió los desafíos que enfrenta la actividad en materia de ordenamiento territorial y estabilidad jurídica.
De acuerdo con las cifras del DANE, el sector aporta $1,3 billones anuales a la economía de Risaralda (en 2007 eran $415 mil millones), es decir, la participación del sector pasó de 6,1% en 2007 a 10,1% en 2016, convirtiéndose en el primero de mayor importancia entre 35 ramas de actividad. En materia de empleo, el sector ocupa 18.627 personas de manera directa, lo que representa el 6,2% del total de la ocupación en Pereira y su Área Metropolitana. En actividades inmobiliarias y de alquiler hay 28.041 puestos de trabajo adicionales (9,3%).
Sin embargo, para la presidente Ejecutiva de Camacol, Sandra Forero Ramírez, “la inseguridad jurídica en torno al sector en varias regiones del país puede minar el clima de confianza y las expectativas de crecimiento. Su impacto se percibe como altamente nocivo para el desarrollo de los proyectos y no hay respuestas claras en los diferentes niveles de gobierno, instituciones competentes y organismos de control. Frente a esto, “se requieren acciones concretas e inmediatas, y precedentes claros y contundentes que brinden estabilidad para la inversión de las empresas y de los hogares en torno a los proyectos de construcción”.
Para este año, la proyección de Camacol a nivel nacional es alcanzar los niveles de generación de valor agregado del sector promedio de la última década (4,1%), 4,6%. Y en ventas de vivienda nueva alcanzar las 179.547 unidades durante 2018, es decir un 4% más que en 2017.
“Desde finales de 2017 se vienen presentando señales de recuperación del mercado de vivienda, que obedecen a una tendencia más favorable de la inflación, las tasas de referencia y el crédito hipotecario. También, la percepción ha venido recuperándose en todas las ciudades de manera sostenida, por lo que las condiciones en 2018 permiten prever una mejor dinámica”, concluye Sandra Forero Ramírez.
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