Un breve relato de Néstor Caicedo, profesor de la escuela Hato Rosas quien día a día, vive con pasión su compromiso de educar a niños de la región.
Profe, ¿Usted por qué se enamora de la educación?
Desde mi formación tuve un llamado por la educación, a mí desde muy joven me gustaba enseñar y cuando terminé participé en un concurso que me permitió ingresar a la Universidad.
¿Cómo llega a la escuela Hato de Rojas?
Cuando terminé la universidad me dieron a elegir municipios en los que me gustaría dar clases. No lo dudé un solo segundo, quise retribuir lo mucho que me dio Cucunubá. Si bien me llamaron, en primera instancia para una sede en el centro de Cucunubá, yo quise venir para acá (Hato de Rosas), en donde consideraba que por ahí necesitaban más ayuda.
¿Cómo es el día a día suyo?
Me levanto muy temprano para venir hasta acá, como usted se dio cuenta es un poco difícil llegar hasta acá; gracias a Dios yo tengo mi moto y puedo llegar, digamos fácil, sin embargo, había profes que en su momento venían desde Cucunubá a pie ida y vuelta.
Me demoro 30 minutos en llegar acá a la escuela, y a veces el camino se hace más difícil por las condiciones climáticas. Una vez llego, empezamos a hacer lectura, eso es por ahí a las 7:00 am donde dedicamos 15 minutos de lecturas en donde los niños leen y comparten palabras que no entiendan.
Tipo 10 am los niños toman su refrigerio y a eso de las 11 de la mañana vuelven para continuar su jornada.
¿Cuántos cursos tiene a su cargo?
Esta sede es unitaria, yo tengo la fortuna de dar clases a niños de preescolar hasta quinto de primaria. Eso es un desafío, a veces tengo un solo estudiante por curso; actualmente tengo un grupo de 14 estudiantes pero a veces he tenido hasta 20 o 25.
¿De qué edades son estos niños?
De 5 años de preescolar, hasta 9 o 10 años que son los de quinto de Primaria.
¿Dedica tiempo extra para manejar casos especiales?
Si, a veces, El horario de ellos va hasta la 1:45 pm. Sin embargo, tengo días en los que debo atender casos de niños que no vengan bien en alguna materia e incluso, días en los que tengo que hacer aseo.
¿Cuáles son las dificultades más grandes que tiene en su día a día?
Llegar a entender a todos los estudiantes para poder darles lo mejor. Hay muchos casos, complicados en su mayoría, a veces por falta de apoyo de algunos papitos que no ayudan a sus hijos, o no están interesados, en que ellos salgan adelante.
¿Qué consejos le daría a sus colegas?
Creo que más allá de dar un consejo a mis colegas es hacer un llamado a la sociedad en general sobre el rol que tienen los docentes. La gente cree que esto es muy fácil, no le da el valor que se merece la educación y trata de todas las formas posibles de dar más importancia a otras actividades. Acá en la zona esto es evidente y empieza por los papás que, en algunos casos, sacan a los niños de las escuelas para que ayuden en temas de minería y eso no debe ser así; a los niños hay que educarlos, buscar todas las estrategias posibles para que sean mejores ciudadanos, para que construyan una mejor sociedad.
Finalizando la entrevista el profe Néstor señaló que los maestros deben ser conscientes de la importancia de ver en cada niño un mundo que debe ser explorado para construir una sociedad diferente.