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Publicado: Mié, 08/07/2015 - 15:44

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Historia Fundación Compartir

Financiera Compartir S.A.

En 1994, bajo el liderazgo de la Fundación Compartir surgió la Financiera Compartir, como intermediario financiero especializado en la gestión y otorgamiento de créditos a microempresarios, con un fuerte compromiso para el fomento de empresarios de escasos recursos.

Para ampliar esta gestión y consolidar el apoyo al microcrédito, el 24 de diciembre de 2010, después de 16 años de funcionamiento, se realiza la fusión por absorción de la Financiera Compartir por parte de Finamérica, cuyo respaldo patrimonial se encuentra representado en accionistas de amplio reconocimiento y prestigio como Acción Internacional, las cajas de compensación familiar Colsubsidio, Cafam, Comfandi, Comfenalco Cartagena, entre otros.

Finámerica, a través de su nuevo portafolio de productos en ahorro, inversión, crédito y protección, ofrece a sus cerca de 150 mil clientes cobertura en 19 departamentos del territorio nacional.

A través de esta fusión, cuidadosamente planificada con el respaldo de expertos, Compartir continúa comprometida con el microcrédito del país, y pretende seguir fortaleciendo a los pequeños y medianos empresarios.

Dentro de este proceso de fusión, las inversiones cobran una mayor trascendencia para llegar con créditos a muchas más familias colombianas, que a través de sus microempresas generan progreso y crecimiento a la economía nacional.

www.finamerica.com.co

PRODEM

Después de 27 años de labores, en agosto de 2008, culmina el programa de desarrollo empresarial PRODEM, que fue creado en 1981 con el fin de promover la generación de empleo productivo y mejorar la calidad de vida del microempresario y sus trabajadores. Durante estos años PRODEM ofrece primordialmente dos programas de formación: Formación Empresarial y Formación para el Trabajo.

Formación Empresarial: estaba dividido en dos niveles, el primero proporcionaba elementos motivacionales para asumir el reto hacia el crecimiento personal y empresarial y brindaba herramientas conceptuales y administrativas para estructurar un buen plan de negocios. El segundo nivel ofrecía herramientas avanzadas de administración de negocios con el propósito de analizar el funcionamiento de las empresas y proyectar su adecuado desarrollo. De igual manera este programa de formación empresarial ofrecía asesoría gerencial individual o grupal, reforzando los conocimientos adquiridos en los cursos de capacitación y evaluando la problemática expuesta por los microempresarios para llegar conjuntamente a soluciones prácticas y viables.

Formación para el Trabajo: además del contenido técnico sobre el oficio, tenía un componente muy importante de desarrollo humano. Buscaba facilitar a los alumnos su incursión en el mercado laboral para adaptarse a sus nuevas condiciones de trabajadores calificados. Fomentaba el compromiso frente al desempeño laboral, la creación de hábitos saludables y el crecimiento personal de quienes participaban. 

Prodem brindó asesoría a 35.852 microempresas y se dictaron 6.419 cursos de formación empresarial.

Historia de la fundación Compartir

El año 1979 fue en particular infortunado: un maremoto golpeó a Tumaco; un terremoto sacudió a Pereira y sus zonas aledañas; el río Magdalena anegó parte de sus regiones ribereñas; el río Bogotá inundó 10 barrios del sector de Patio Bonito, al sur de Bogotá. Unas 25 familias resultaron afectadas. 

A raíz de ello y por un llamado del ex presidente Carlos Lleras Restrepo, surgió la idea de convocar empresarios para crear una organización capaz de generar recursos importantes e invertirlos de manera eficaz y trasparente a favor de la población desposeída, en especial en casos de desastre. Así nació, hace 34 años, la Fundación Empresa Privada Compartir.

El trabajo comenzó por llevar auxilios básicos a los damnificados –drogas, alimentos, carpas- y reponer las viviendas en Patio Bonito, con la construcción del barrio Compartir-Meissen, con cerca de mil soluciones.

En Cauca y Huila se auxilió a la comunidad de los paeces, cuyas viviendas se había llevado el río Paez. Se atendieron luego otros desastres: el sismo de Pereira y el terremoto del eje cafetero, donde, en asocio con la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía de Bogotá, se reconstruyeron acueductos, edificios públicos y colegios en Armenia y otras 6 localidades, incluyendo a Montenegro. En Cundinamarca, en ejemplar acción preventiva, por iniciativa y con recursos de la Gobernación, se reubicó la población de San Cayetano, amenazada por un deslizamiento. Por convocatoria presidencial y con recursos privados y públicos, se construyó en Cartagena la Ciudadela Colombiatón: mil casa, parques y colegio. 

Esta experiencia enseñó que la tranquilidad de las personas está relacionada con la vivienda, y es así que a lo largo de estos años, Compartir ha construido más de 27 mil viviendas de interés social, y apoyado a la mejora del espacio público –un estímulo a la integración y la solidaridad-, recuperando más de 95 parques, entre ellos el de la calle 93 en Bogotá y el de Algarrobillos en Valledupar.

La búsqueda de una solución integral a la carencia de vivienda evidenció un problema mayor: la falta de empleo. Quien tiene empleo puede adquirir y mantener vivienda; quien no, puede perderla. Para generar trabajo se creó el programa Desarrollo Empresarial – Prodem, que apoyó a 35.852 microempresarios con capacitaciones que mejoraron sus negocios. Como respaldo a este se creó la Financiera Compartir –fusionada hoy con Finamérica-, que ha otorgado créditos por más de 192 mil millones de pesos para proyectos de microempresas. En este marco nació el Programa de Apoyo a Artesanos de Cucunubá, que ha rescatado la tradición tejedora, generado empleo, mejorado la calidad de vida de la población y beneficiando a más de 100 familias. 

La investigación social resaltó que la falta de educación limita las posibilidades de encontrar empleo y adquirir vivienda. La primera aproximación de Compartir al tema de la educación, se dio con la construcción de colegios en proyectos de vivienda, que hoy suman más de 60 instituciones educativas y Centros de Desarrollo Infantil (CDI). Se entendió también que la mejora de la calidad educativa es la necesidad fundamental del país. Desde 1996, en convenio con la Secretaría de Educación de Bogotá, que aporta un subsidio por estudiante, Compartir administra tres centros educativos: Compartir Suba, Compartir Tintal y Compartir Bochica, el cual inició en 1999 y fue clausurado en diciembre de 2011. Actualmente, en Suba se educan más de tres mil (3.000) estudiantes socioeconómicamente vulnerables en los niveles preescolar, básica y media, y sus egresados han obtenido altos resultados en las pruebas SABER. 

El análisis del factor humano como determinante de la calidad de la educación dió origen al Premio Compartir al Maestro, un reconocimiento público a los docentes colombianos, que con profesionalismo y proyectos novedosos, benefician a sus estudiantes y la comunidad educativa en general. En dieciséis ediciones de este premio se han recibido más de 24 mil propuestas metodológicas y se han premiado a más de 240 docentes. El Premio Compartir cuenta con el apoyo de amigos aliados que con sus aportes han incentivado los procesos de formación de maestros con becas para maestría, viajes académicos, bibliotecas y otros estímulos.

En 2012, Compartir lanzó el Premio Compartir al Rector para destacar el liderazgo de los rectores y directores del país, promover las competencias para la buena dirección de establecimientos educativos y rendir un homenaje a los más sobresalientes. Durante sus dos años de vigencia se han recibido más de 800 postulaciones y premiado a 3 finalistas.

Por otro lado, se creó el Programa Compartir Jugando en alianza con la Fundación Tiempo de Juego, para el uso positivo del tiempo libre de los niños y jóvenes de Soacha, en especial de Cazucá (comuna 4).

Con el propósito de seguir trabajando por los docentes colombianos, Compartir contrató un grupo de investigadores con el fin de diseñar una política para atraer y retener maestros de excelente calidad, teniendo en cuenta que el componente docente es el esencial para dar el gran salto hacia la calidad educativa. El estudio propone una política sistémica, un esfuerzo integral y de gran magnitud, para atraer a los mejores bachilleres y profesionales a la carrera docente, formarlos en programas universitarios de excelencia (de pregrado y maestría), acompañarlos y evaluarlos con el fin de usar esta evaluación para el mejoramiento continuo, brindarles amplias y excelentes oportunidades de formación en servicio y remunerarlos en forma competitiva.

Compartir espera seguir cumpliendo su objetivo fundacional, demostrando el gran aporte que el sector privado hace al bienestar de la población de menores ingresos y al desarrollo del país y trabajando por reducir la inequidad en Colombia, a través de un proceso de movilización masiva, que promueva una reforma educativa a nivel nacional para lograr una educación de buena calidad para todos los colombianos.