Estudiantes de ingeniería electrónica en Los Andes desarrollaron robots capaces de explorar una zona de desastres para rescatar personas.
Estudiantes desarrollaron robots capaces de explorar una zona de desastres con fines de rescate humano, sin utilizar control remoto. Esto, en un curso de robótica que ofrece el programa de Ingeniería Electrónica de la Universidad de los Andes,
Según Santiago Jiménez, director del curso, la idea es generar conciencia sobre cómo crear proyectos de gran impacto para la sociedad a través del conocimiento tecnológico y científico que se les imparte a los estudiantes.
La academia le apuesta al desarrollo de proyectos de este estilo para que en un futuro se pueda pasar de la simulación en las aulas de clase al campo de acción directamente.
El curso integró conceptos escalonadamente, desde diseño, programación, cinemática, control, computación visual y hasta diseño de trayectorias.
“El proyecto fue muy emocionante. Aprendimos y desarrollamos diferentes conceptos, estuvimos obligados a trabajar de forma constante y ordenada, para poder cumplir con la entrega de retos cada dos o tres semanas. Fue un proceso exigente y divertido”, señala Henry García, estudiante de Ingeniería Electrónica.
La dinámica del curso se dividió en cuatro etapas
La primera inició con el aprendizaje del funcionamiento del robot y su cinemática (matemática que permite entender el movimiento de una máquina), para que los alumnos comprendieran cómo lograr que los vehículos pudieran llegar a puntos específicos aplicando el concepto de Go to Goal, que consiste en lograr que los vehículos se muevan a puntos específicos que se deseen. Para realizarlo se necesita la medida de las llantas y de la distancia entre ellas, delinear la cantidad de vueltas que deben dar y el voltaje que necesita para movilizarlo.
La segunda fue de navegación reactiva, es decir, la capacidad de los robots para esquivar obstáculos. Así que integraron sensores en los vehículos y realizaron diferentes protocolos de respuesta en caso de que los sensores se activen.
La tercera, y una de las más importantes, fueron de computación visual, en donde los robots reconocen colores y formas para que, autónomamente, determinen su ubicación inicial y se desplacen a la meta.
La última etapa se concentró en el desarrollo de un brazo mecánico incorporado en el vehículo que se pueda mover en rangos específicos. De este modo, estarían en capacidad de levantar el objeto o la persona atrapada en la zona de desastre y transportarla a un lugar seguro, sin dejarla caer en el trayecto.
Al concluir el curso de robótica, los estudiantes construyeron una serie de algoritmos que le dieron mejores habilidades a sus robots para reaccionar en medio de ambientes adversos.