Hace ocho años nació Sierra Viva, una tienda que busca deshacerse de las toneladas de residuos sólidos que deja el turismo en la zona.
Los nidos de mosquitos y la contaminación del suelo y de las aguas, fueron algunas de las motivaciones para que más de 20 comunidades de la Sierra Nevada de Santa Marta aprendieran a reciclar, generaran puntos de recolección de basuras y crearan rutas de circulación de los residuos desde los lugares más apartados de la Sierra hasta los centros de acopio en las ciudades más cercanas.
Este proyecto se llama Sierra Viva y consiste en una tienda virtual que vende pilas, latas, botellas, zapatos y empaques de plástico de manera simbólica, para darle un manejo a los residuos sólidos que se encuentran en la zona. Dentro del catálogo de productos se pueden encontrar: Pilas “ultracontaminantes de cultivos” a $40.000 pesos, envase plástico “de mil años de duración” a $30.000, o “la irresistible botella de vidrio cortapiés descalzos” con un precio de $20.000.
No solo los nombres de los artículos ayudan a concientizar a los compradores, sino además, si da clic sobre alguno de ellos, se despliega una descripción de sus efectos medioambientales y si finalmente hace su compra, la página envía por correo electrónico al donante un certificado junto con un video en el que algunos miembros del territorio arhuaco agradecen por apoyar la iniciativa.
Según cifras entregadas por Sierra Viva, desde el año 2009 se han extraído más de 330 toneladas de residuos sólidos, el equivalente a 25 piscinas olímpicas, principalmente de plásticos, vidrios y baterías.
Pero no todo es malo, gracias a su labor han logrado sensibilizar a empresas como Juan Valdez, el Grupo Familia y Tetra Pak, que se han vinculado a esta estrategia, que el año pasado fue reconocida como la mejor en la categoría Residuos, en la feria Latinoamérica Verde, por su contribución a la preservación del ambiente.