Aprender un nuevo idioma va más allá del conocimiento gramatical que se tenga de este: la práctica constante es también un factor esencial.
En un mundo globalizado como el de hoy, hablar un segundo idioma ha pasado de ser un requisito, a ser una necesidad. En Colombia, por ejemplo, existe una necesidad enorme de hablar el inglés como segunda lengua extranjera, teniendo en cuenta que, a pesar de que gran parte de la población ha tenido contacto con el idioma en algún momento de su vida (en el colegio, en la universidad, por medio de películas, canciones, etc.), el cien por cierto de la población todavía no lo habla con fluidez y un alto porcentaje no lo escribe ni lo entiende.
Esta necesidad radica también en el hecho de que el analfabetismo en otro idioma limita el acceso a muchas oportunidades que podrían adquirirse en un futro. Aprender inglés como segunda lengua trae consigo ventajas enormes, tales como: la capacidad de relacionarse con otras culturas, obtener educación gratuita online con excelente contenido en inglés y adquirir becas de estudios fuera del país, así como mejores oportunidades laborales.
Alcanzar este gran logro, aunque para muchos parezca mentira, no es imposible. Existen varias técnicas para memorizar palabras y frases en inglés, sin la necesidad de volver al colegio con mil y un tareas sobre el mismo tema. En primera instancia, ser autodidacta juega un papel indispensable en este proceso. Aprender inglés, más que una imposición, puede convertirse en una forma divertida de entretenerse. Las técnicas más destacadas son las siguientes:
- Entre menos, mejor: pretender aprender un idioma completamente en un día, en meses o incluso en un año, es una idea desacertada. Además, todos los días se aprenderán palabras nuevas, tal como sucede con nuestra propia lengua nativa. Lo ideal es tomar un máximo de 20 palabras por día y repasarlas.
- Tener libreta y lápiz a la mano: aunque suene aburrido, es un gran apoyo para repasar en un futuro. Es importante saber que, a la hora de tomar apuntes, traducir las palabras y frases no es lo que más se recomienda, todo lo contrario: escribir las palabras con su definición en el idioma meta (inglés), resulta ser lo más adecuado. Incluso, anotar la pronunciación para acostumbrarse a los sonidos de cada letra, es igualmente recomendable.
- Crear asociaciones: esta técnica se conoce como nemotécnica y consiste en la asociación de palabras similares. La idea no es repetir consecutivamente la misma palabra, sino establecer conexiones entre palabras semejantes. Por ejemplo, los verbos irregulares pueden agruparse por familias de la siguiente forma: grupo ‘come’: become, convertirse; overcome, superar; come, venir.
- Hacer mapas conceptuales o dibujos: para reconocer objetos con solo verlos, es aconsejable agrupar diferentes palabras de un mismo contexto en un mapa conceptual o mental. Por ejemplo, si la temática es ‘comprar ropa’, se puede hacer un mapa mental en el que se dibujen las palabras socks, t-shirt, pants, skirt, shoes, cap, coat… entre otras.
- Leer libros: al igual que con el español, al leer inglés nuestro cerebro hace un registro de la forma correcta en que se escriben las palabras y, además, se aprende vocabulario nuevo. Una buena idea es comenzar con textos cortos y de agrado personal.
- Ver películas: ver películas en inglés es una gran opción y más cuando los subtítulos están en inglés. Esta es una excelente técnica para practicar la escucha, la pronunciación y el vocabulario del idioma. Las series o películas animadas son bastante útiles.
- Escuchar música: está comprobado que nuestro cerebro recuerda con mayor facilidad canciones y textos con ritmo. Una buena idea es descargar aplicaciones de música que incluyan la letra de las canciones para practicar la pronunciación y enriquecer el vocabulario.