La Fundación SM ha presentado el Modelo de evaluación para el desarrollo profesional de los docentes, basado en competencias profesionales, voluntario y con incentivos.
“Fomentar una carrera docente atractiva para el profesorado como incentivo y clave de mejora de la calidad y equidad educativas” es una de las principales conclusiones del informe de la OCDE Docentes en Iberoamérica: análisis de TALIS y PISA 2015, publicado por la Fundación SM el pasado junio.
Para dar respuesta a esta necesidad, la Fundación SM ha elaborado un Modelo de evaluación para el desarrollo profesional de los docentes. Sus autores son Álvaro Marchesi, ex secretario de Estado de Educación e impulsor de la LOGSE, y Eva María Pérez, profesora de Psicología Evolutiva en la Universidad Complutense de Madrid.
Esta propuesta pretende contribuir a poner en valor el trabajo de los profesores, reforzar su prestigio, favorecer su desarrollo profesional y mejorar la calidad de la educación en España.
“El apoyo a la actividad de los docentes y su valoración en la sociedad ha sido desde su inicio una de las tareas fundamentales de la Fundación SM”, reconoce Javier Palop, director general de la Fundación SM.
De su experiencia en Latinoamérica y España, saca en conclusión que “la calidad de la educación en un país está estrechamente relacionada con la calidad de sus docentes”.
El Modelo de evaluación para el desarrollo profesional de los docentes, de la Fundación SM, se ha presentado hoy con la presencia de los principales responsables sindicales y varios representantes políticos del campo educativo.
Para Álvaro Marchesi “la evaluación y el desarrollo profesional docente es un factor para mejorar la calidad de la enseñanza y elevar la valoración de los docentes por la sociedad”. Y ha destacado que para lograrlo “hace falta un modelo que tenga en cuenta la complejidad de la tarea docente, que sea voluntario y que incluya incentivos económicos y profesionales acordados”.
“Esta propuesta contempla una evaluación de competencias porfesionales en la que los protagonistas son los propios docentes”, destaca Eva María Pérez, autora del modelo. Estas competencias se evaluarán a través de una metodología basada en el portafolios de actividades del profesor, en la constatación de su trabajo por parte del equipo directivo y el coordinador pedagógico, en la autoevaluación y en la entrevista. El informe de evaluación incluirá también sugerencias para mejorar la práctica docente.
Metodología de evaluación basada en el portafolios del docente
La propuesta expone la metodología más adecuada para la evaluación, el perfil de los evaluadores y las consecuencias de la evaluación, tanto para el acceso a la función docente como para los incentivos económicos y profesionales de los profesores evaluados positivamente. Se matiza, además, la idoneidad del posible MIR docente, y se propone un sistema de incentivos económicos para el profesor tras cada evaluación positiva.
Asimismo, responde a la realidad e intereses de los docentes y está diseñado en torno a cinco principios: comprensión de la complejidad de la actividad docente, acuerdos para el presente y para el futuro, voluntariedad, confidencialidad y mejoras para el desarrollo profesional.
Este modelo tiene en cuenta el contexto sociocultural en el que los docentes realizan su trabajo y las dificultades de aprendizaje de sus alumnos. Por esta razón se plantea un aumento del 10% para aquellos profesores que trabajan en tres tipos de centros reconocidos por las Administraciones educativas: difícil desempeño por su contexto social, esfuerzo colectivo e innovador para garantizar la inclusión educativa y participación en proyectos innovadores constatados.
Calendario y escenario económico
El análisis se completa con un calendario de aplicación para los próximos diez años, y proyecta un escenario de costes para su ejecución que supondría un incremento del 1,94 % del total del gasto público en educación, estimándose un coste total al final del proceso de implantación de 915.882.374,48 €.
Esta propuesta, que se ha consultado con diversos agentes educativos, anima a los responsables políticos, sociales y sindicales, y a la comunidad educativa, a debatir sobre estos temas con la finalidad de alcanzar un acuerdo sobre los mismos que contribuirá sin duda a consolidar el compromiso profesional de los docentes, a reforzar su valoración social y a mejorar la calidad de la enseñanza.