La Fundación Compartir cumplió sus primeros 35 años en 2015. Ha sido un período de profundos cambios en la sociedad colombiana, marcado por retos descomunales.
A pesar de los inmensos problemas del país, hay alentadores resultados en ámbitos cruciales. La tasa de homicidios, alarmante en los años 80 y 90, se ha reducido sustancialmente. Un proceso de paz parece próximo a firmarse en el primer semestre de 2016, poniendo fin a un absurdo conflicto de más de 50 años. La economía colombiana ha crecido de manera satisfactoria en el contexto latinoamericano. Sin embargo, no habrá paz y tranquilidad sin la participación activa de todos.
Una de las condiciones necesarias de éxito en una sociedad consiste en la participación de la ciudadanía en los asuntos de interés público. La historia de la Fundación Compartir se inscribe, justamente, en un recorrido de solidaridad y búsqueda de equidad, en un país en el que las oportunidades han sido esquivas para la mayoría.
Las actividades de Compartir se han caracterizado por el propósito de construcción de comunidad. Sean la construcción y el hábitat, o la educación, o diversos programas como los de apoyo a pequeños empresarios, la consolidación de comunidad ha sido posible gracias a criterios de auto-sostenibilidad, de innovación social y de integralidad.
La Fundación Compartir ha sido un gran proyecto ideado por empresarios. Sus logros han sido posibles gracias a una compleja red de alianzas con los más diversos tipos de organizaciones privadas y públicad, otra característica imprescindible en el éxito de la particpación ciudadana.
Para el 2016 y los años siguientes, Compartir tiene el propósito de concentrarse en lograr por los medios a su alcance que los niños y jóvenes colombianos accedan, gradualmente, a una educación de alta calidad. Sabemos que se trata de un propósito que requiere de, al menos, una generación. Sin embargo, justamente por la experiencia acumulada en éstos primeros 35 años, sabemos también que las largas jornadas se recorren paso a paso.
La equidad social y económica será posible si hay educación de buena calidad para todos y todas. Es la clave en las modernas sociedades del conocimiento, es decir, aquellas en las que la prosperidad y la creación de riqueza se basa en la educación.
¡Feliz 2016, en paz, para todos y todas!
Rafael Orduz
Gerente General Fundación Compartir