Si va a vivir en una casa, ya sea propia o arrendada, asegúrese de tener cubiertos los riesgos o daños que pueden ocurrir durante su estadía en dicho inmueble.
Un seguro de vivienda es uno de los primeros elementos que debe evaluar al momento de adquirir una vivienda nueva o usada, inclusive si va a estar en arriendo, ya que es conveniente que a la hora de cualquier daño o riesgo no tenga que preocuparse por los costos que significan este tipo de incidentes.
Esta compra la puede hacer a través de un crédito hipotecario al momento de la compra del inmueble, el cual tiene como requisito contar con una póliza de aseguramiento y además, de un seguro de vida sobre quien tome el servicio con la entidad bancaria. Sin embargo, puede ser voluntario y varían de acuerdo a la compañía y de las necesidades de la persona.
La Federación de Aseguradores Colombianos - (Fasecolda), asegura que el objetivo de un seguro para el hogar es proteger la vivienda y todos sus patrimonios contra casi cualquier eventualidad, por eso, el mercado asegurador ofrece varias opciones de coberturas con precios al alcance del consumidor por daños por incendios, rayos, terremotos, temblores, erupciones volcánicas, explosiones dentro del hogar, granizo, inundaciones, vientos fuertes, humo, aeronaves y vehículos terrestres.
Además, las pólizas del hogar pueden cobijar servicios de plomería, electricidad, cerrajería; las pérdidas por hurtos en el hogar; los daños ocasionados por actos de terceros o por huelgas, los causados por el núcleo familiar, encargados, empleada doméstica y mascota, y los daños a bienes de terceros; y hasta el canon de arrendamiento del lugar a donde se va temporalmente por estar afectada su vivienda.