Son más de 160 millones los infantes que no van a la escuela por trabajar, según la Organización Internacional del Trabajo.
Hoy en día nos resulta usual saber de casos de niños y niñas que no se dedican a estudiar y que no asisten al colegio. Pero eso no quiere decir que esté bien. ‘Todo tipo de trabajo que los priva de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico’, es considerado trabajo infantil, según la Organización Internacional del Trabajo.
De acuerdo a cifras entregadas por la entidad, 168 millones de niños trabajan en el mundo en diferentes sectores como la minería y la agricultura, en trabajos domésticos y hasta siendo explotados sexualmente.
Entre las acciones para combatir este flagelo, desde el 2002 se destinó el 12 de junio como el Día Internacional contra el Trabajo Infantil, que busca sensibilizar a la población para que no sigamos siendo indiferentes ante esta situación tan importante y delicada, de la que pueden ser víctimas cualquiera de nuestros pequeños.
Solo en América Latina el 12.5 % de los niños entre 5 y 17 años debe realizar algún tipo de actividad económica, lo cual significa que para el 2025 no se podrían erradicar las peores formas de trabajo infantil tal como lo plantea uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.