Durante los últimos 15 años, las actividades inmobiliarias han crecido en promedio 3,31 % según los datos del Dane.
En Colombia, el producto interno bruto (PIB) de las actividades inmobiliarias y el alquiler de vivienda durante el primer trimestre del año, tuvo un alza de 3,22 % e hizo parte del crecimiento del país con el 7,9 %, de acuerdos a las cifras entregadas por el Dane que demuestran una dinámica bastante interesante en cuanto a la tradicional compraventa de vivienda, que además incluye la administración de copropiedades y los avalúos, entre otros negocios.
Este tipo de operaciones son solo algunas de las que requieren cada vez más estrategias de negociación, estudios de mercado, valuación, consultoría, comercialización de activos y consecución de capital para los proyectos, debido a su complejidad y que a comparación con las edificaciones con movimientos de casi 17 billones de pesos, el alquiler de vivienda, por ejemplo, es una muestra del mayor movimiento que generan estos negocios con 41,6 billones.
Dicha situación se ha mantenido durante los últimos 15 años y arroja como hallazgo que el estrato medio es la clase con más transacciones en el tema de construcción, así lo confirmó un informe de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), que destaca que en el primer trimestre del año el número de viviendas comercializadas con precios de hasta 162 millones de pesos (diferentes a las de interés social) creció 22 %, mientras que las de 231 millones aumentaron 17 %.
Por su parte, los programas de créditos hipotecarios que el Gobierno ofrece han hecho parte importante del proceso de consolidación, siendo un subsidio a la tasa de interés para vivienda.