A través de acciones de seguridad alimentaria y nutrición, ambos países buscan generar capacidad adaptativa al cambio climático en las comunidades vulnerables.
Los gobiernos de Colombia y Ecuador junto con el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, lanzaron el proyecto binacional que busca generar capacidad adaptativa al cambio climático en las comunidades vulnerables, afros e indígenas de la zona fronteriza de ambos países, a través de acciones de seguridad alimentaria y nutrición.
El proyecto, que fue formulado con la participación directa de las comunidades, pretende definir e identificar “cuáles son las mayores amenazas que se tienen en el territorio en términos de seguridad alimentaria e identificar cuáles son esas medidas que les ayudan a disminuir la vulnerabilidad para que fortalezcan las capacidades en el territorio, tanto de las comunidades, como de las organizaciones y otras entidades gubernamentales locales”, explicó Mariana Rojas Laserna, directora de Cambio Climático y Gestión del Riesgo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
El proyecto es financiado por el Fondo de Adaptación del Protocolo de Kyoto (mecanismo internacional de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) y será implementado por el Programa Mundial de Alimentos con el acompañamiento de los Gobiernos Nacionales de Colombia y Ecuador.
Su implementación durará 5 años, y beneficiará a cerca de 19.000 personas de la zona fronteriza. Además permitirá proteger cerca de 3.000 ha de bosques y 2.000 ha de manglares amenazados por el cambio climático en las cuencas binacionales Guaitara-Carchi y Mira-Mataje.
Uno de los enfoques del proyecto es mejorar el conocimiento de las comunidades locales en relación con los riesgos del cambio climático y la seguridad alimentaria a través de prácticas y conocimientos ancestrales.
“Esto nos va a llevar a fortalecer las capacidades en el territorio, en términos institucionales, en términos de la participación de la sociedad civil y las comunidades, y que pueden aprender y adquirir mayores conocimientos de cómo manejar los riesgos climáticos, pero también cómo todos esos conocimientos tradicionales que se tienen en las comunidades sean puestos en práctica”, aseguró Rojas Laserna.
Imagen www.minambiente.gov.co