Esta tecnología ha avanzado de forma notoria en los últimos años, lo que ha causado el surgimiento de instancias formativas a nivel universitario
La tecnología de impresión 3D ha revolucionado diversos ámbitos desde su surgimiento. Al comienzo, se presentó como una nueva herramienta para diseñadores industriales y gráficos, publicistas y cineastas, pero poco a poco comenzó a avanzar hacia otros ámbitos.
De acuerdo con Universia, con el paso del tiempo y el uso constante, se descubrió que esta tecnología podría permitir el diseño a escala de todo tipo de dispositivos y elementos. De hecho, se ha empleado incluso para diseñar órganos y diferentes representaciones médicas.
Al mismo tiempo, los materiales con los que se imprime han evolucionado, buscando hacer esta tecnología más amigable con el ambiente.
En la actualidad, la impresión 3D puede emplearse para proyectos típicos de la Ingeniería Civil y la Arquitectura, como por ejemplo puentes, edificios y hogares de todo tipo. Gracias a esta tecnología, se hace posible construir grandes cantidades de viviendas en poco tiempo, a un coste extremadamente bajo y así restaurar zonas afectadas por desastres naturales o edificar hogares para personas de bajos recursos.
Por extraño que resulte, esta tecnología permite múltiples aplicaciones en el campo de la construcción, al punto en que puede hablarse de una verdadera revolución para el sector. A partir del uso de la impresión 3D pueden optimizarse los procesos de construcción y hacer que estos sean más sostenibles.
De hecho, algunos de los beneficios asociados a esta tecnología en el campo de la construcción son procesos más rápidos, costos, personalización y la disminución de riesgos laborales.
Al igual que ocurre con otras tecnologías, el crecimiento de la impresión 3D ha causado temor en los profesionales del área, ante el posible riesgo de la automatización de sus labores. Si bien esta tecnología permite imprimir los componentes básicos de una vivienda, no logra hacerse cargo del ensamble de los mismos, la fontanería, la instalación eléctrica, los acabados, el aislante, etc.
Por ello, resulta necesario señalar que la impresión 3D no disminuirá el empleo de los profesionales de la construcción sino que optimizará y agilizará su desempeño