La violencia de género se considera un problema global y es especialmente alta en los países en desarrollo.
En Cartagena se registra que 63,7 % de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia, según la Encuesta Nacional de Demografía y de Salud de Colombia. Es sobre esta población que la Fundación Juanfe ha venido trabajando para transformar madres adolescentes víctimas o en riesgo de ser víctimas de violencia, en madres empoderadas para promover su desarrollo y el de sus hijos.
Con la ayuda de la Universidad de los Andes y el Banco Interamericano de Desarrollo se inició la evaluación del impacto de la intervención en el corto plazo. La evaluación permitirá mejorar los procesos de la Fundación Juanfe y aumentar el conocimiento sobre la prevención de la violencia sexual.
Sin embargo, los mayores impactos se encuentran en el mediano y largo plazo, por lo que el Banco Mundial y la Sexual Violence Research Initiative (SVRI) otorgaron reconocimiento y financiamiento a la investigación dirigida por el profesor Arturo Harker para continuar con la investigación.
La investigación “Evaluación de impacto del Programa de madres adolescentes de la Fundación Juanfe para la prevención de violencia basada en género” fue uno de los once proyectos ganadores a nivel mundial, en donde se presentaron más de 250 propuestas. El apoyo por USD $99.110 permitirá continuar la investigación durante dos años más. El proyecto es realizado por Harker, junto a Bibiana Toboada y Harold Villalba del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Para Arturo Harker, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes, este reconocimiento “es una gran oportunidad para poder seguir aportando al bienestar y la generación de posibilidades para las poblaciones más vulnerables, como las madres adolescentes que apoya la fundación Juanfe. Nuestro aporte es la generación de evidencia para el diseño de programas y políticas públicas”.
Arturo Harker es economista y profesor de la Escuela de Gobierno Alberto LLeras Camargo de la Universidad de los Andes. Tiene una maestría y un doctorado en economía, los dos de la Universidad de California. Su experiencia radica en la microeconomía aplicada y la evaluación de impacto. En los últimos tres años se ha centrado en estudiar los efectos de experiencias infantiles adversas (como la violencia, el desplazamiento forzado y la pobreza extrema) sobre el capital humano y el diseño y evaluación de intervenciones que ayudan a mitigar este impacto negativo.
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