Misión Cucunubá sigue creciendo y el compromiso de la Fundación Compartir cada vez cobra más fuerza. Más de 40 artesanos de la región participaron de un taller dictado por la experta diseñadora en lanas Virginia Montoro, quien en entrevista nos cuenta un poco más sobre el taller que se llevó a cabo en Cucunubá.
La Fundación Compartir en su compromiso por generar más y mejores espacios en lo que se contribuya de manera positiva a la comunidad, ha venido desarrollando diversos programas que buscan dar apoyo a artesanos con el fin de rescatar y conservar la tradición tejedora de los habitantes del municipio de Cucunubá y del Valle de Ubaté.
En ése sentido, la semana pasada, se llevó a cabo un taller con más de 110 artesanos, el cual contó con la participación de Virginia Montoro, coordinadora general de Ruralanas de Uruguay, quien visitó Cucunubá permitiendo a los artesanos de la zona desarrollar alternativas de producción las cuales sumadas a las que por generaciones han tenido, permitirán el mejoramiento de su calidad de vida.
En entrevista, Virginia, cuenta cuál es el objetivo de su visita y qué se espera con la implementación de este taller organizado por el Área de Desarrollo Social de la Fundación Compartir.
¿Cómo nace el vínculo con la Fundación Compartir?
Yo soy diseñadora textil, tengo una empresa que en sus inicios fue apoyada por una fundación y el apoyo del BID. Gracias al plan de trabajo que desarrollamos pudimos involucrar a los artesanos y empezar a crear contenidos que hicieran que los artesanos del Uruguay tuvieran mayor conocimiento acerca de las diferentes formas en las que se puede trabajar la lana. En todo ése proceso conocí a una persona que me contó lo que la Fundación Compartir está haciendo en la región y empezamos a intercambiar ideas. Así fue que el año pasado visité Cucunubá durante Festilana y la oportunidad tan linda de estar con los artesanos de acá se concretó y hoy estoy en este taller.
¿Cuál es la diferencia con lo que estos artesanos ya saben?
Bueno, soy consciente que estos artesanos llevan generaciones trabajando la lana, por eso siempre voy a decir que yo soy la que más aprende de estar con ellos. Nosotros partimos de lana peinada y lavada. La Fundación Compartir, compró lana de merino, buscamos que aprendan a teñir natural y artesanalmente con una lana a la que no estaban acostumbrados a trabajar. Por el clima que tienen acá los resultados del Merino son fabulosos, es una lana exquisita, con fibras de alta calidad y que no pica. Nosotros queremos que los artesanos de acá usen la rueca para hacer un proceso diferente, se les dio un curso intensivo al respecto en donde vieron hilado y seguido todos tomaron la idea.
Al respecto, Virginia Montoro, fue enfática en decir que uno de los principales objetivos es poder darle más herramientas a los artesanos para que mejoren su productividad y así puedan incrementar sus ingresos al llegar a mercados internacionales que valoran la este estilo de producción.
“la idea es que cada artesano entienda que de hacer las cosas de una manera más tecnificada, que incluya otros tipos de producción se verán incrementados sus ingresos personales; el mercado pide a gritos este tipo de trabajos y con la calidad en la mano de obra de los artesanos de esta región eso será un logro que los beneficiará enormemente.
¿Cómo se espera que sea el crecimiento económico de los artesanos?
Bueno, muy buena pregunta porque con lo que vengo a enseñar muchos de los artesanos desarrollarán habilidades diferentes en cuanto a hilados y a los teñidos. Los artesanos, creo yo, se van a organizar de mejor manera. La idea, lo que yo propongo también es que exista una relación entre los artesanos para que potencien las habilidades que tienen detectando las fortalezas de cada uno para agilizar temas de producción que mantenga un estándar de calidad.
Con estas nuevas técnicas, ¿Se ven amenazados los procesos artesanales de los artesanos?
No para nada, totalmente lo contrario. Por experiencia propia te puedo decir que este tipo de talleres lo que hacen es mejorar la calidad del trabajo de los artesanos. Nos pasó en Uruguay, en talleres que dimos en México y en otras partes y lo que vimos fue que los artesanos pudieron interpretar de manera acertada los requerimientos de un mercado cada vez más amplio.
Esto es así: los chinos no han podido copiar el trabajo artesanal, el que involucra un telar, lo que es un punto a favor porque el mercado está intacto, haciendo la diferencia y en donde la tradición cobra un papel importantísimo ya que marca características únicas entre los productos de diferentes regiones.
¿Qué tipo de colecciones es recomendable hacer?
Mirá, yo como diseñadora soy una convencida que se deben hacer colecciones que tengan tendencias adecuadas al año, coherente y fusionable con los colores del año y en donde se varíe con más diseñadores y facultades de diseño que ofrezca un plus al mercado.
Finalizando la entrevista la diseñadora agradeció a la Fundación Compartir por generar este tipo de espacios. “Yo estoy feliz, me hubiera gustado estar más tiempo en este espacio que creo es muy importante. Gracias a estos programas la gente mejora y crece y ver que los artesanos están contentos aprendiendo cada vez más cosas, me hace sentir muy bien. Al final gracias a este taller de la Fundación fui yo quien más aprendió”.