Entre los problemas actuales que encuentran los aspirantes y graduados de doctores en el país, está la poca oferta de trabajo y la ausencia de becas.
Hay cientos de colombianos que aspiran mejorar sus condiciones profesionales a través del estudio de posgrados, con el propósito de, algunos, satisfacer su gusto por el estudio, y otros de conseguir un mejor trabajo que les genere un estilo de vida de acuerdo a sus gustos y preferencias, pero la realidad con que se encuentran en el país es otra.
Factores como la calidad, escasez de ofertas, la estructura de los sistemas de financiación, el pobre fomento entre la juventud y, principalmente, la falta de inversión del Estado, hacen dudar a los aspirantes de cursar el nivel más alto de la educación superior. Teniendo en cuenta que, en Colombia existe un déficit de investigadores, ya que por cada millón de habitantes hay 6,6, cuando el promedio en Latinoamérica es de 37,4, según Colciencias.
Sin embargo, las universidades han mostrado interés por la investigación, pues han incrementado el número de doctorados a 236 en 2015, según el Ministerio de Educación. Pero, Carlos Mario Lopera, director del Observatorio de la Universidad Colombiana, considera que la cifra aún es irrisoria frente a países desarrollados de Europa, Estados Unidos e, incluso, Brasil, y prueba de ello es que la oferta “es excesivamente costosa”, por lo que muchos no pueden acceder a este nivel de educación.
Con este panorama, los aspirantes se ven en la necesidad de buscar apoyos y becas de movilidad, como las financiaciones del sistema nacional de regalías, las facilidades que ofrecen las universidades a proyectos de investigación o las becas de Colciencias, que se han otorgado 6.818 entre 1992 y 2015, de las cuales “el 58,81 % se queda en Colombia, mientras el 41,19 % se va al exterior”.
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