El documento elaborado por la Coalición Latinoamericana para la Excelencia Docente aborda temas como el Desarrollo Profesional Docente y el Liderazgo escolar en la ciudad.
Hoy presentamos la Declaración de Bogotá, fruto de la segunda reunión de la Coalición Latinoamericana para la Excelencia Docente, que tuvo lugar en Bogotá, Colombia, en noviembre del 2019. El contexto en el cual nos encontramos, atravesados por la incertidumbre y los cambios que nos ha impuesto la pandemia del COVID-19, nos lleva a analizar la declaración como una guía que pueda interpelarnos hoy para lograr los cambios que se necesitan.
Revisar ahora la Declaración nos permite ver que lo que proponemos como Coalición no está atado a una coyuntura o a un contexto en particular, sino que sirve para pensar y analizar las diversas situaciones educativas que se presentan. Lo que declaramos puede iluminar el presente, incluso a sabiendas de que fue escrito antes de que exista (y de que pudiésemos imaginar siquiera la posibilidad) la situación que estamos atravesando como comunidad global.
Esta Declaración presenta ideas, conceptos centrales en torno al Desarrollo Profesional Docente y el Liderazgo Escolar y propone acciones para abordar el debate en ambos casos. En ese sentido, invitamos a quien lea el documento a hacerlo entendiendo el contexto actual y pensando así, qué transformaciones se deben encarar de acuerdo con lo propuesto.
La crisis sanitaria ha obligado a los sistemas educativos, centros escolares, docentes y a la sociedad a repensar sus maneras de enseñar y aprender. En ese contexto creemos que sigue siendo valioso el llamado a hacer esfuerzos en diseñar un Desarrollo Profesional Docente que esté orientado a las necesidades a nivel escuela, favoreciendo el intercambio de experiencias valiosas entre pares; organizando el horario de los profesores para que puedan focalizarse en su desarrollo profesional; y monitorear y evaluar el impacto que se haga en este sentido.
Por otro lado, el Liderazgo Escolar hoy también sigue siendo un elemento esencial para llevar adelante propuestas de educación de calidad. Vemos incluso, en este contexto, que los directores escolares sufren de un estatus disminuido y en gran medida ejercen sus funciones en condiciones de trabajo altamente demandantes sin el apoyo técnico adecuado; vemos que se los debe acompañar en la reformulación de sus responsabilidades y que también requieren de desarrollo profesional específico a sus desafíos y necesidades.
Como Coalición estamos al servicio de la comunidad educativa, para pensar el hoy, pero sobre todo apuntar a la transformación que necesitan nuestros sistemas educativos más allá de las coyunturas particulares.