Artesanía y moda en cocreación

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Publicado: Jue, 19/01/2017 - 16:00

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Artesanía y moda en cocreación

La directora de proyectos sociales, Pilar Hernández, expone cómo ha beneficiado en doble vía el proceso de enseñanza, encuentro y transferencia de conocimiento entre artesanos y diseñadores. 

Desde hace veintitrés años la Fundación Compartir tiene presencia en Cucunubá a través del Programa de Generación de Ingresos de Artesanos, y desde hace nueve años, como una de las estrategias de este programa, viene realizando Festilana; evento que resalta a Cucunubá e impulsa económicamente el trabajo de los artesanos del Valle de Ubaté y los negocios de las comunidades locales, entre otros.

Este evento cada día es más reconocido y apreciado en la región, ya que invita y congrega no sólo a las comunidades de los 10 municipios del Valle de Ubaté sino a personas de Bogotá y otras partes del país, quienes disfrutan de la artesanía de esta hermosa región, compran los productos en lana con diseño y aprenden de sus tradiciones culturales.

Es así como para Festilana 2015, la Fundación hizo un primer intento de cocreación entre diseñadores y artesanos para la marca Cucunubá, invitando a un grupo de reconocidos diseñadores de moda para que trabajaran en equipo con los artesanos de algunos municipios del Valle de Ubaté, con quienes se venía fortaleciendo y acompañando en su oficio.

Durante el 2016, con el ánimo de seguir explorando en la cocreación, la Fundación diseñó unos espacios colectivos de trabajo que permitieron el conocimiento y diálogo entre diseñadores y artesanos, el trabajo en equipo y el encuentro para expresar sus ideas y dar respuesta a las inquietudes y dificultades  que se pudieran presentar en el desarrollo del diseño.

Lo enriquecedor de este ejercicio de cocreación entre diseñadores y artesanos, ha sido el acercamiento que han tenido los saberes formales de la academia y del mundo moderno con los del oficio y la tradición artesanal de tejer en lana. Además, ha permitido que ambos grupos se reconozcan como seres creativos, diversos y empoderados que ofrecen valor a la sociedad, puesto que han interpretado conjuntamente las necesidades que esta tiene, ofreciendo productos en lana útiles, de calidad y con diseño.

Pero este programa no solo se creó para generar ingresos a los artesanos sino para reivindicar la importancia del oficio, el cual esperamos se siga transmitiendo de una generación a otra. Como bien lo manifestaron María Luisa Ortiz y Diego Guarnizo, dos de los diseñadores con los que trabajamos este año y quienes reflejan muy bien el valor del oficio y el conocimiento: “La historia de nuestra cultura está escrita por las manos de nuestros artesanos. Son ellos quienes han creado el origen de lo propio, de lo nuestro. En la artesanía encontramos la imborrable huella del país y  tan solo reconociendo, apreciando, valorando y ubicando las manos artesanas y trabajando en equipo, creamos lo tan necesario y oportuno: identidad con sentido de pertenencia colombiano”.