Dos mujeres con el firme propósito de hacer mejor la vida de cientos de familas de escasos recursos en Cali y Buenaventura.
Esta historia empezó hace casi una década, cuando Diana Gómez ayudaba a niños de barrios pobres de Buenaventura mientras que Tatiana Arias atendia las necesidades de niños con Cáncer en Cali.
Si bien, hasta ese entonces sus caminos estaban separados la misión social de cada una de ellas las llevó a conocerse en una brigada social; inmediatamente sintieron una conexión, un vínculo especial que hizo que se unieran para crear la Fundación Amor y Sonrisas, una institución rica de corazón y voluntad, pero pobre en recursos.
En días pasados, Diana y Tatiana, fundadoras de Amor y Sonrisas, recibieron el galardón del Premio Portafolio 2015 en la categoría Especial.
Su dedicación al llevar alimentos, regalos, actividades de entretenimiento y esperanza a niños y familias de los barrios más pobres de Cali y Buenaventura, las hicieron merecedoras de este reconocimiento.
Sin embargo, los desafíos son bastante complejos más cuando no tienen dinero, por lo que realizan colectas a través de Internet y redes sociales. Allí piden ayuda de personas y empresas que les suministran alimentos, prendas, juguetes y todo tipo de productos que ellas les entregan a quienes los necesitan.
Es importante destacar que la labor de estas dos valientes y comprometidas mujeres no se limita a la entrega de regalos y alimentos. Ellas, dedican parte de su tiempo a brindar a hacer sonreír a los niños hospitalizados en las diferentes casas de salud de Cali y en barrios pobres de Buenaventura.
Estas dos mujeres tienen claro su objetivo y aseguran que a lo único que apuntan es a "sentar las bases para que las nuevas generaciones garanticen un mejor futuro para el país, y en especial para zonas deprimidas de Cali y Buenaventura", señalan.
En la actualidad ayudan a más de 1.600 niños con grandes necesidades en sus hogares, paradójicamente, en el puerto, donde se mueve gran parte de la economía del país.
Diana y Tatiana dicen que: “A pesar de nuestras limitaciones económicas, nos sentimos muy felices con lo que hacemos. Nuestra gran aspiración es tener una sede para la Fundación y un bus para movilizar a los niños”.