Investigadores en el mundo demostraron que se puede convertir la celulosa en hidrógeno a partir de la luz solar y un catalizador.
Un equipo de investigadores del Reino Unido, incluidos expertos del Instituto de Catálisis de Cardiff, de la Universidad de Cardiff (Gales) y de la Universidad Queen de Belfast (Irlanda del Norte), expresaron que se pueden desbloquear cantidades significativas de hidrógeno de la hierba festuca con la ayuda de un proceso llamado fotocatálisis, que consiste en que la luz del sol activa el catalizador, sustancia que acelera la reacción química sin consumirse; y convierte la celulosa y el agua en hidrógeno.
En la primera ronda de experimentos, los investigadores combinaron tres catalizadores basados en los metales: paladio, oro y níquel, con celulosa y sometieron la mezcla a la luz de una lámpara de escritorio. Al transcurso de 30 minutos recolectaron muestras de gas de la mezcla y las analizaron para ver la cantidad de hidrógeno que se estaba produciendo.
Para probar las aplicaciones prácticas de esta reacción, los científicos repitieron el experimento con hierba festuca, que se obtuvo de un jardín doméstico, y el co-autor del estudio, el profesor Michael Bowker, expresó: “Hemos demostrado la eficacia del proceso real utilizando césped tomado de un jardín. Que sepamos, esta es la primera vez que este tipo de biomasa en bruto se utiliza para producir hidrógeno de esta manera. Esto es significativo, ya que evita la necesidad de separar y purificar la celulosa de una muestra, que puede ser tanto arduo como costoso".
Este proceso haría que la hierba de jardín se convirtiera en una fuente de energía barata, limpia y renovable, ya que el compuesto orgánico celulosa es un componente clave de las plantas y es el biopolímero más abundante en la tierra, que además, se puede conseguir en el agua, en los hidrocarburos y en otra materia orgánica.