Bajo el lema "El arte humaniza nuestra gente" la agrupación chocoana Rancho Aparte Chirimía, cuenta con una fundación que busca dar ayuda jóvenes de Quibdó para salir de las pandillas.
Esta agrupación que se dio a conocer hace un par de años y que hace poco realizó una excelente presentación en el World Music Expo ( Womex) realizado en Budapest, donde desplegó todo lo mejor de su música y sus coloridos acordes traducidos en sonidos y mezclas llenas sabor y folklore, hoy es noticia gracias a su Fundación.
Sobre la fundación Rancho Aparte, cabe decir que es una organización que, según su visión, interviene de manera positiva en la comunidad chocoana, mientras articula, de manera armónica, los componentes de formación, gestión y circulación de las distintas manifestaciones culturales de la región, buscando siempre la preservación, protección y promoción del patrimonio cultural e inmaterial.
Los punkeros del Pacífico, como son llamados, le cantan a la realidad de esta mágica y olvidada tierra en donde el desplazamiento, la explotación minera ilegal y a la deforestación de la selva son el pan de cada día de cientos de colombianos.
Sin embargo, y propio de la alegría del pueblo chocuano, es Rancho Aparte Chirimía quienes se encargan de prender fiestas de San Pacho, en Quibdó; allí, al igual que en todos los lugares a los que van, ponen a vibrar a propios y extraños al sonido de un revulú, un bunde o una de las contradanzas que se bailan durante los 20 días que duran las fiestas.
Más allá de su labor y su arte hoy son noticia por su compromiso social que a través de la música busca generar una revolución social.
Ya son dos años desde que comenzaron a dar clases de música a jóvenes que integran pandillas de Quibdó, quienes gracias a este programa abandonan sus actividades poco a poco y encuentran una nueva opción de vida.
Según narra Dinko Matute, director de Rancho Aparte, poco a poco empezaron a llegar muchos jóvenes a preguntar si les iban a enseñar a tocar algún instrumento. Al cabo de unos días, eran 40 jóvenes quienes estaban reunidos y listos para iniciar sus clases de música.
"Vení a tocar en vez de estar peleando" se convirtió en el grito de batalla de la Fundación, cuyo propósito trasciende la enseñanza y busca generar actividades diferentes y oportunidades de inclusión a los jóvenes de Quibdó que pertenecen a alguna pandilla.
Muchos de estos jóvenes aprenderán a tocar el bombardino, el clarinete o el redoblante, que son los instrumentos típicos de la chirimía. Sin embargo, ante la falta de equipos, los integrantes de Rancho Aparte Chirimía, no tienen reparos en prestar sus propios instrumentos, esos con los que salen de gira mientras dejan el nombre de Colombia en alto.
Emer Dávila, primer clarinete de la agrupación, dice que si bien como grupo están interesados en poner a gozar a la gente, en realidad lo que más les interesa es el enfoque social que tienen y que gracias a su música logra integrar a jóvenes en torno a una actividad diferente a la que ofrecen las pandillas.
En la actualidad la Fundación Rancho Aparte se encuentra desarrollando otros programas como: Reciclando & Tocando, Bunde Sin Barreras y Pintando mi Cultura.
Si usted desea conocer más acerca de esta organización puede visitar su sitio web www.fundacionranchoaparte.org