Un grupo de investigadores encontró que el tráfico cercano a las escuelas primarias disminuye las capacidades cognitivas de los niños.
Gracias a un estudio realizado por un equipo de investigación de Cataluña, se demostró que el tráfico es la única fuente de partículas finas que se asocia con una reducción en el desarrollo cognitivo de los niños.
En la investigación se explora el papel que juegan las fuentes de materia particulada del aire en las escuelas, que en otros estudios, se habían asociado aspectos como la exposición a la contaminación del aire procedente del tráfico con el menor crecimiento en las capacidades de aprendizaje. “La reducción de la contaminación atmosférica procedente del tráfico en las escuelas primarias puede tener efectos muy beneficiosos sobre la cognición”, indicó Jordi Sunyer, coordinador del estudio.
Este estudio fue divulgado en la revista Environmental Health Perspectives, una publicación estadounidense del Instituto Nacional de Salud Ambiental, en la que se tomó una muestra de 2.618 niños de 39 escuelas de Barcelona con una edad media de 8,5 años.
Los resultados que arrojó la investigación teniendo un incremento de 4 microgramos/m³ de las PM 2,5 en el interior de las escuelas debido al tráfico cercano, fue que la memoria de trabajo se redujo en un 22%, que es la función ejecutiva del cerebro que trata múltiples piezas de información de forma transitoria, un 30% la memoria de trabajo superior, que es aquella que involucra procesos más complejos, pero sobre todo, afecta la falta de atención con una diferencia del 11% en el trascurso de un año.
Esto nos lleva a pensar y a cuestionarnos acerca del futuro de la escuela y el papel tan importante que juegan los padres de familia para buscar las mejores opciones para sus hijos y lograr que todos los niños y niñas cuenten con unas condiciones óptimas para estudiar.