En temas de construcción de vivienda, la oferta está en función de las dinámicas de las familias, las nuevas generaciones y la exigencia de los contextos.
La oferta en construcción de viviendas se ha transformado según las dinámicas de las familias, las nuevas generaciones, las particularidades de los contextos y las estrategias de mitigación contra el cambio climático y la contaminación ambiental. Además de la ubicación, características como el tamaño de las unidades, los colores y los materiales influyen en las preferencias de los usuarios y, por consiguiente, en la oferta de valor.
Según Diego Torres, director de la Inmobiliaria Casa 360, en lugares como Medellín y Pasto, las constructoras están apostando a desarrollar vivienda hacia las afueras de los municipios, generalmente correspondiente a estratos 3 y 4.
En temas de Vivienda de Interés Social – VIS, la tendencia se ve reflejada en la construcción de ciudadelas, pues estas ofrecen diferentes servicios en un solo lugar, del tipo colegios, guarderías, tiendas, etc. Una solución para aquellas zonas fuera de las ciudades principales.
Para Sergio Ballén, líder de sostenibilidad de la Universidad Piloto de Colombia, el diseño interno de las viviendas lo definen las dinámicas de las familias.
“La característica principal de la familia colombiana es que ya no se están teniendo más de dos hijos, por lo que se mantiene la estructura de tres habitaciones, dos baños, sala comedor y cocina”.
Ricardo Mora, gerente de planeación de CNK Consultores, está de acuerdo con Ballén. Agrega que la incorporación de un balcón es el elemento que no ha cambiado a la hora de construir vivienda.
Para la generación ‘millennial’, el foco está en los apartaestudios. Torres afirma que su diseño incluye “muros giratorios y comedores dentro de la cocina, con el fin de hacerlos más funcionales”.
El ladrillo visible, el cemento y los jardines verticales siguen siendo la elección de diseño en las fachadas. Los jardines verticales apuntan a mitigar la contaminación, desarrollar prácticas sostenibles por parte de las constructoras, ser pertinentes con las necesidades de los territorios y “dar un aspecto más agradable a la edificación”, según Torres.
“Hablando del ítem de los colores, están enfocados en ser neutrales. Blancos, grises, azules y amarillos tenues son los que más se ven en los apartamentos que se han vendido en los últimos meses”.
Fuente: Portafolio
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