Los proyectos de la Fundación Compartir se apoyan en dos pilares: la solidaridad y la búsqueda de equidad. Y, para que sean perdurables, atienden tres conceptos: desarrollo integral, auto-sostenibilidad e innovación social.
La lista de acciones y logros en 35 años de la Fundación Compartir a lo largo y ancho de todo el territorio colombiano es abundante. Se concreta en campos aparentemente disímiles que van de la construcción y el hábitat de las familias a la promoción de proyectos de emprendimiento y el reconocimiento a la calidad de la educación y la búsqueda de mejores oportunidades educativas para los más pobres.
En un proceso complejo, lleno de aprendizajes, en alianza con diversos actores de la sociedad civil y del Estado, la Fundación ha construido un modelo consistente de acción. ¿Cuáles son sus hilos conductores?
En primer lugar, la motivación básica está referida a dos pilares: la solidaridad y la búsqueda de equidad. Colombia es un país que, a pesar de sus innegables avances, se caracteriza por altos índices de inequidad en el acceso a bienes críticos para el bienestar como la vivienda, la educación de buena calidad y la posibilidad de hacer realidad sueños de emprendimiento. Contribuir a construir una cultura solidaria y consciente de la necesidad de generar oportunidades para amplios sectores de la población es factor imprescindible para el logro de una sociedad más justa.
Segundo, detrás de cada proyecto de la Fundación Compartir hay un propósito fundamental: la construcción de sociedad. Para que sus acciones tengan carácter perdurable se requiere de tres conceptos: desarrollo integral, auto-sostenibilidad e innovación social.
Así, la vivienda es concebida en el contexto de construcción orientada al desarrollo integral de las familias y las personas que las componen. Por su parte, el apoyo a pequeños empresarios ha buscado el desarrollo y la consolidación de proyectos de emprendimiento por la vía de la formación, el financiamiento y su acompañamiento en el contexto de las respectivas cadenas productivas y sus eslabones.
La gestión de instituciones educativas busca la integralidad a través de la formación de jóvenes colombianos alrededor de las competencias del siglo XXI, necesarias para concurrir, con éxito, en las modernas sociedades del conocimiento: las formas de pensar (creatividad, innovación), las maneras de trabajar (colaboración, trabajo en equipo), la fluidez digital y, lo más importante, aquellas asociadas a convertir a los jóvenes en ciudadanos locales y globales, conscientes de sus derechos y deberes, productivos, respetuosos de los demás.
En todos los campos, la Fundación ha procurado aprender de su propia práctica por la vía de proyectos innovadores, realizados en alianzas con los más diversos tipos de organizaciones privadas y públicas.
Ha habido orgullos especiales en cada uno de los campos: desarrollos urbanísticos como los de Compartir Soacha o Compartir Suba; el proyecto PRODEM para pequeños empresarios; el Premio Compartir al Maestro y las propuestas de política pública para la mejora sustancial de la calidad en la educación, para nombrar algunos. En todos ellos, la Fundación ha aplicado el modelo Compartir.
¿Qué quiere ser y hacer la Fundación en los próximos lustros? Contribuir de forma efectiva a que la sociedad colombiana emprenda medidas para mejorar la calidad de la educación y ser pionera en el uso de plataformas digitales y nuevos modelos pedagógicos. Ampliar la oferta de sus programas a nuevas regiones del país. Crear una red de pensamiento y debate alrededor de políticas hacia la equidad. Revivir el debate y la práctica de proyectos integrales de hábitat. Trabajar en alianzas cada vez más estrechas.